Un regalo en pandemia
- Claudia Maiocchi
- 30 nov 2020
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 17 dic 2020
Si hay algo que caracteriza a Marcela (autora de este texto) es el coraje, como una marca de agua. Abogada incansable, lo despliega en su estudio. “La mía es una escritura karateca”, se presentó cuando arrancó el Taller. Pero bucear dentro de sí misma implicaba otro desafío... Sin embargo, con el mismo coraje se aventura y emerge victoriosa. Un orgullo contar con su presencia y sus palabras. Gracias, Marce.

Hacía tiempo que me rondaban ganas de escribir otras cosas, que salen de la hondura. De las tripas.
Conocía a Claudia y su propuesta ofició de señal: no sabía muy bien adónde iba, pero intuí la certeza del camino.
La escritura es parte de mi hacer cotidiano. Pero lo jurídico es pura técnica y estudio. Alguien gana, alguien pierde. En todo caso, la creatividad aflora en el encuadre.
Entrar en mí resulta diferente. Despliega sensaciones impensadas… Y compartir lo escrito con el grupo, escuchar cometarios y devoluciones enriquece de un modo diferente.
Aprendí que no importan mis días torpes, cuando me paralizo y se anuda la voz de tanto por decir. Reescribo lo tosco. De a poco se transforma… Va mi agradecimiento a mis compañeros TEVianos* por las sugerencias que disparan memoria y por abrirme paso a compartir sus mundos.
¿Qué es para mí el Taller?
Un regalo en pandemia.
*TEVianos: integrantes del Taller de Escritura Vivencial (TEV)
Marcela de Aracama
Taller de Escritura Vivencial (TEV)
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